Los relojes circadianos moleculares alinean los ritmos diarios de comportamiento y metabólicos con el ciclo externo día-noche. Estos relojes, que preparan el metabolismo energético para cambios recurrentes cada 24 horas, están profundamente interrelacionados con la homeostasis metabólica y la salud.

Las alteraciones del ritmo circadiano, como las que se producen en el trabajo por turnos o los trastornos del sueño, suelen ir acompañadas de alteraciones metabólicas, desde el fomento del sobrepeso y la diabetes de tipo 2 hasta el desarrollo del síndrome metabólico. Un indicador importante de los resultados adversos del sobrepeso parece ser una inflamación sistémica de bajo grado que se observa inicialmente en los tejidos adiposos y es promovida por la desalineación circadiana. Curiosamente, la alteración genética de los relojes circadianos en roedores provoca desregulaciones metabólicas muy comparables a las que se observan en los trabajadores por turnos y, con el desarrollo de ratones knockout de genes del reloj específicos para cada tejido, se descifró aún más la importancia de los relojes de un solo tejido para la regulación metabólica.

En esta revisión, resumimos los conocimientos actuales sobre el papel del comportamiento desajustado en la salud metabólica y esbozamos intervenciones conductuales destinadas a reducir las ramificaciones metabólicas de la cronodisrupción.